Vos si que sabés lo que es el dolor, porque has errado putts que estaban “dados”.
Sabés lo que es llorar, porque has perdido un torneo al irte “fuera de cancha” en el 18.

Sabés lo que es la poesía, porque has hecho volar la pelota por encima de los árboles para que luego quede pegadita a la bandera.

Conocés la humillación, porque has caído “hecho sopa” al Club House, por haber tenido que buscar tu pelota en la laguna.

Conocés lo que es el pánico, porque más de una vez has estado como loco buscando tu bocha, para ver si estaba dentro o fuera de límites.

Sabés lo que es la soledad, porque has dejado algún que otro día el laburo para irte a jugar un martes, solo, unos hoyitos…

Conocés lo que es el arte, porque has embocado la pelota desde el bunker.

Sabés lo que es morir un poco, porque has tenido que ir a buscar la pelota al rought del hoyo 18 en una final de Campeonato.

Y conocés bien lo que es la vida, amigo mío, porque has jugado al Golf.